viernes, 19 de marzo de 2010

Un nuevo día del padre


19 De Marzo 2009, Monteprincipe:

Se abría un nuevo abismo en nuestro camino, el corazón de Pablo paraba de latir. Se inician unos meses de dura lucha contra la muerte y un corazón dañado.

19 De Marzo 2010, Mi casa.

Pasé la noche con Vega, en mi cama. La cogí continuamente porque está un poco molesta de la tripilla, y para que negarlo, porque nos encanta estar juntos.
Sonreía.
Mamá se levanta y me da un beso y un regalo.
La mañana transcurre lenta y perezosa, aún en pijama. Hoy no pasará nada malo, hoy no temo a la siguiente hora.

Hoy hay una nueva historia que escribir, y el horizonte está despejado.

Hay que aprender a sonreír, y Dios me ha enviado a una artista de la sonrisa para enseñarme. Hemos estado practicando toda la noche.
Mamá dice que Vega ya sabe como hacer que la saque de la cuna y como hacer que la pasee, y como hacer que pasemos el rato juntos.

Es verdad.
Hoy es mi primer día del padre con Vega. Y pienso celebrarlo.
Mamá,Papá,Vega, y los amigos de siempre.
Amigos,os quiero.

martes, 2 de marzo de 2010

Adios, quebrado Soneto

Todos los escritores tienen en mayor o menor medida, algo de ladrones, y beben de unas y otra fuentes sin citarlas al final.Yo como mal blogger y contador de pensamientos, no puedo ser menos, y robarle a Javier Bergia, un fragmento de su canción "Sobre tu Tumba florida" La música y la poesía de esta canción,para mi bella y para otros menos bella, es por lo menos digna de escuchar.

Y tengo que robar versos y poesía porque llega un momento que las palabras no brotan en mi cabeza, y parece que todo ya está escrito y vivido.

Pienso en un sábado triste y lluvioso, con una meteorología variable. Pocas ganas de salir de casa y menos de afrontar un cementerio. Cualquier cosa que se pueda decir o escribir puede parecer absurda y molesta para el que enfrenta un desafío tan inhumano. Llevo días intentado conciliar mis pensamientos con el destino que a mi y a otros nos ha tocado vivir. Y no sale nada. La sabia de Beatriz Guedan me comentaba una vez que hay momentos que el silencio es la mejor opción. Hay momentos que sí, y en los que quizá lo mas difícil es encontrar la manera de estar cercano, y por eso, ahí dejo esta canción para un corredor especial.



Fueron alegres,
los días del verano
vinieron empujando los días del otoño,
un poco de septiembre,
sereno y elegante,
avisa de un invierno,
largo, y tenebroso.

Sobre la hierba fría,
las hojas tiesas
un día casi hermoso de sol radiante.
Si fuera por la niebla,
caería el rostro sutil
de una breve mañana
dispuesta a atardecer.

Y pienso en un instante,
recuerdo con prudencia,
los días de una infancia disuelta por Madrid,
por calles empedradas,
las cosas de color gris
y un mundo indiferente,
de frente y de perfil.


Adiós quebrado soneto,
guardián de la casa herida
hormigas de cementerio,
sobre tu tumba florida

lunes, 1 de marzo de 2010

¿Un Domingo Cualquiera?

Cualquier fin de semana es y era especial para mí. La pinta de un domingo perfecto, era entrenar temprano con Ángel y helarnos de frio mientras nos quejabamos del gobierno,de la vida y del trabajo. Corriendo corriendo nos contabamos las penas, nos entreteníamos e ibamos planteando metas de cara a próximas carreras y entrenamientos. Cuando terminabamos, estirar un poquito y lucir palmito ante los incrédulos transeuntes que a esas horas compran el periodico en el quiosco de Fermín. Con el cuerpo cansado y estirado, era de obligado cumplimiento un buén café y unos churros en el bar rancio de siempre, donde se juntas los atormentados a desayunarse un whisky o un soberano.

Tras el segundo desayuno, subir a casa y escuchar a María quejarse del aroma de corredor que transpiro. Ducha gratificante.

Apenas seco,jugar con Pablo, escuchar su voz, su sonrisa, pelearme con él porque no comía bien el desayuno. María regañandonos porque hacemos el remolón y jugamos, y no avanzamos. La estampa de un padre y un hijo que se quieren y disfrutan del tiempo juntos y de saberse complices de la mirada del otro.

Visteté y di las palabras mágicas: "a la calle". Un universo en una sola sonrisa al entender el paseo agradable que se avecina. Cualquier domingo. Podía ser el parque del barrio, el retiro, el Juan Carlos II o un sencillo paseo. En esos paseos, la vida era buena y perfecta, y merecía la pena vivir. El ser humano más rico en la tierra era yo,y no había nada en el universo por desear. Con un domingo cualquiera, yo era el más feliz de la creación.

Después del paseo,que contaros. A casita a comer, según el día,lo que hubiesemos preparado. Bien un buen guiso, bien un cordero asado, o unos huevos fritos que siempre nos sabían a manjar. Una siesta, hacer el vago y contemplar como María se vence por el sueño mientras comentamos la pelicula de Antena 3. El peque duerme, nosotros descansamos felices.

Y para no aburriros, aunque los domingos podían tener más cosas, el ritual perfecto era siempre así.

-¿y que nos importa a nosotros,me direis?
-Pues que este último domingo fue parecido. Incluyó un festejo por la tarde,pero es un dato meramente. Este último domingo, fue algo parecido.

Hay cosas que permanencen igual, como mi amor por Pablo,todo lo que le quiero, y lo muchísimo que llena y llenó mi vida, todo lo que aprendí y disfruté de él.

Hay cosas que han cambiado,y que estoy aprendiendo. Vega llegó a casa, me dió fuerza y energía.
Ahora, poco a poco aprendo con ella,jugamos lo poco que está despierta, y hago lo poco que se puede hacer con un bebé que tanto duerme.

Pero ahora,
un domingo cualquiera
vuelvo a ser un ser feliz
y un domingo
no es un domingo cualquiera,
sino un universo de sensaciones de felicidad,sólo para nosotros tres.