lunes, 27 de septiembre de 2010

Y Tras el verano


Bienvenidos a mi rincón, a entrar en mi cabeza tras el descanso veraniego. Han pasado muchas cosas desde mi último post, y han recorrido mi cabeza muchas reflexiones que quería compartir con vosotros, mis cuatro gatos. Cuatro que por un tiempo seréis tres, ya que Gema acaba de dar a luz a sus mellizos, Alejandra y David, dos peques sanitos que la tendrán muy ocupada estas próximas semanas.

Una de las cosas sobre las que quería escribir es sobre el famoso "tiempo de calidad" que muchos padres afirman dar a sus hijos. La historia ya la conocéis: los dos padres trabajan mucho y se afanan en sus quehaceres profesionales, y dedican poco tiempo a sus hijos. Eso sí, siempre subrayan que es "tiempo de calidad". No se si tal cosa indica que el tiempo integro vital que dedicamos otros padres, es de menor calidad. En realidad, y por resumir consecuencias, cito al autor de Besame Mucho, Carlos Gonzalez. Nuestro tiempo es al menos igual de bueno que el suyo, sólo que más generoso. Como es tarde ya,me saltaré unos párrafos argumentativos para ir directo al grano: El "tiempo de calidad" que dicen estos padres no es más que un lavado de cara para sus propias conciencias. En pocas épocas criar a un hijo ha sido fácil, y esta no es una de ellas. Educar a un hijo requiere esfuerzo y SACRIFICIO, sí, sacrificio, una palabra desconocida en una generación que ha crecido entre derechos y hedonismo. Mi "tiempo de calidad", incluye meses sín ir al cine, sin ir a cenar, sin haber promocionado laboralmente, y sin dedicarme plenamente a hobbies y aficiones. Y todo ello, tan féliz, y sin olvidar que para ser buen padre hay que priorizar, muchas veces, el bien del hijo. Eso no quiere decir que nos inmolemos para educar, ya que también merecemos ocio y demás placeres,pero llegado el momento, sabremos distinguir el bien mayor.

Esto os lo cuento desde mi particular perspectiva de educador, desde el hecho de conocer a grandisimas personas, padres y madres....y de conocer a esos del "tiempo de calidad" Mal vamos si así pueden lavar su conciencia, y me rabia que sea así, pero es la realidad que percibo, son más los papás de la foto, que los PADRES.

Con esto no estoy hablando de la experiencia extrema que fue ser padre de Pablo, sino en conjunto, de ser padre de Pablo y Vega.

Y vuelvo siempre a hablar de Pablo, como , porque lo llevo pegado y cosido al alma. Compartir con vosotros que estoy féliz y encaro el futuro con optimismo, pero que no me olvido nunca. Otro día pondré una foto de Vega por aquí,y la dedicaremos otro post, pero hoy me pedía el cuerpo, compartir algo acerca del "tiempo de calidad"

Un abrazo a todos los PADRES en mayúsculas que dedican su vida a sus hijos.