viernes, 17 de diciembre de 2010

Gracias a la vida

Como siempre estaba yo tentado de citaros alguna de las canciones que me gustan o que me tocan un poquito el alma, pero esta vez no le voy a plagiar nada a la música. ¿de que voy a escribir hoy? ¿Qué nueva empanada mental os traigo?
Como muchos no me entendeis, y otros sí, y otros pensais que estoy loco y otros también, vuelvo a la banda sonora de mi vida: mi mujer y mis hijos.

No penseis que hoy no hablaré de Pablo, de eso no os vais a librar, porque yo no soy, sín él, o es por él que hoy soy así. La serenidad que da el tiempo, abre paso a la alegría, a la paz que tengo por haberle tenido conmigo, y por haberle tenido en casa. Ahora está Vega, la casa se llena de alegría, de una pícara que gatea,juega,te busca y te babea. Vega podrá tener un padre digno de ese nombre, porque Pablo me entrenó bien.

María la despierta por la mañana,y la pone en mis brazos. Juntos nos desperezamos lentamente y empezamos a jugar, yo te muerdo un pie, tu me metes un dedo en el ojo.María nos mete prisa, porque hay que ir a la guardería....y empieza el huracán del día a día. Mientras lucho en el cole con mis muchachos, y con sus madres (algún día tengo que escribir largo y tendido de esto)

El día trancurre deprisa, la mañana vuela entre las travesuras de los muchachos del colegio, a los que no les gusta mucho el inglés, y huyendo de los que les gusta mucho y me monopolizan...una clase,otra. Nunca dejan de sorprenderme los muchachos, por lo malo, y por lo bueno. El colegio,quitando mil cosas negativas, es como una extensión de casa. Es un terreno en el que navego seguro, y recibo de regalo el cariño de esos alumnos que siempre miman al profe.

Siempre hago un descanso al medio día. Con mi supermoto,cara de velocidad y todas las precauciones necesarias, a casa. María llega un poco más tarde y entra por la puerta la carita amarmotada de mi estrella. Sólo hubo otra persona en la vida que se alegrara tanto de verme. Se cura el cansancio de la mañana. A veces me gustaría comer tranquilito y relajado, otras,! que demonios¡, a jugar en la alfombra con la bruja y corriendo en la moto, saltando algún semaforo para llegar puntual a clase.

La tarde siempre es un poco más pesada,a veces entretiene cambiar de asignatura, y en conocimiento, la curiosidad insaciable de los de 6º. Luego alguna mama, a veces maja,a veces pesada, puede que una reunión y llegar a casa. Mi peque se despierta de su larga siesta. La rueda de la vida, vuelve a girar, mientras alguien me muerde la nariz.

Como la vida no es perfecta, y cuento con mis defectos, María me regaña si caigo en la maraña del teclado. (Se está tan agustito sentado, escuchando mi música, bebiendo una cervecita...) Pero ya no hace falta que me regañen, Vega viene a buscarme, y así nos da la hora del baño.

Claro que en el día a día hay mil cosas malas, que en ocasiones nublan mi mirada, pero al final de un día de estos, sólo puede uno concluir que la vida merece la pena vivirla y lucharla. Lamerse las heridas de las derrotas, y disfrutar de sus regalos cuando se puede. Por eso...Gracias a la vida, que escribe otro capítulo para mí.Gracias a la vida, que me dio a Vega. Gracias a la vida, que puso en mi camino a María. Gracias a la vida que me dejó conocer a Pablo, disfrutar y aprender de él.

viernes, 10 de diciembre de 2010

un poema robado

Que el mundo es un lugar prodigioso lo sabes, lo delata el faro de tu mirada estrenando el paisaje que visitas, nuevo para todos por estar tú en él. Que a veces vivir es doler, quizá lo descubras tarde, ojalá muy tarde, pero hoy has venido a recordarnos que no es tan malo crecer.

"Es verdad, el planeta que te regalamos no es el que soñamos para ti, pero en esa aventura estamos, tratando de iluminar un futuro diferente, que vendrá a verte cualquiera de estos días, para recordarte que una vez nosotros lo intentamos, porque de eso no dudes, nosotros lo intentamos. Y, créeme, merece la pena hacerlo.

Nosotros, hace tiempo fuimos como tú, y ahora al verte aprender el nombre de todas las cosas, arrancas las telarañas que cubrían las viejas estanterías donde guardábamos juguetes y sueños. Pero tú no serás como nosotros. Serás mejor, serás un gigante habitando una ciudad nueva, encaramada en las copas de los árboles de un bosque más verde que este que nos abriga."

Ismael Serrano

Pablo, te amaré siempre.
Vega, te amo.