martes, 29 de marzo de 2011

Al esperado Miguel

Mis queridos cuatro gatos:

Hace tiempo que esperamos a Miguel, el hijo de Antonio y María. Desde el vacio de la página en blanco y el frescor de una inseparable cerveza,procedo a daros el tostón.

Aún no has llegado a tu casa, ni siquiera has sentido aún el instinto de explorar el mundo, y hacerlo mejor con tu presencia. Tus padres esperan con ansiedad e inexperiencia, para que les enseñes el camino que han de recorrer contigo y los demás no cesan de preguntarles por ti.

Antes de que abras tus pequeños ojos y te entretengas con el calor del pecho de tu padre o la tranquilidad de los brazos de tu madre, quería contarte unas cosas sobre el mundo que te estamos preparando.

Cuando te hayamos enseñado a leer te darás cuenta de que el mundo que te dejamos no es el que queriamos para ti. Te hemos contaminado el mundo, lo hemos llenado de gente hambrienta y de injusticias. De terribles enfermedades y males tan horrorosos que sentirás verguenza de nosotros cuando mires hacia atrás.
Soñamos con cambiar el mundo para tí y apenas hemos podido remendarlo un poco.

Confesarte los males primero, para luego anunciarte que hay muchas personas que no han renunciado a cambiar las cosas, y que siguen soñando una vida mejor para tí. Tu papá y tu mamá, tus tios, tus abuelos, tus amigos,tus vecinos...Esta no es la situación que queriamos y estamos trabajando para que tu estancia en este jardín sea alegre y pacífica. Procurar que sientas hambre y puedas comer satisfecho, hacerte sentir seguro cuando venga la noche oscura, que conozcas las palabras "te quiero" y el escalofrío de miles de besos.Que aprendas a reir con nosotros y de nosotros. Que vayas al bosque a buscar hojas y ramas, que te bañes en un rio, que conozcas los olores de plantas.

Tal vez, querido Miguel, consigamos que las cosas sean un poco mejores para tí, y no por generosidad, sino para celebrar la suerte que vamos a tener de conocerte.

Tal vez,querido Miguel, podamos enseñarte mil cosas maravillosas que existen en el planeta, y enseñarte los sonidos de la música.

Y si hacemos las cosas bien, aprenderás que la vida merece la pena vivirla, y luchar por las cosas buenas cuando seas ya un hombre.
Pero eso será ya una aventura para cuando nosotros estemos mayores. Ahora, Miguel, duerme tranquilo y sereno.

Estamos esperandote.

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